Este diseño pretende principalmente mostrar un tesoro cultural olvidado: las pinturas rupestres. Utiliza vibrantes amapolas como flor principal, y el lirio del valle, que representa la felicidad como complemento. Se intercalan suaves cintas para romper el patrón ordenado y darle una sensación de espacio. Con el esquema de color tradicional de las pinturas rupestres chinas, se presenta en un estilo neochino moderno.
Tener un gato maullando encima de la cabeza es una carga bastante dichosa.